viernes, 12 de octubre de 2012

Julio Cortázar en Nicaragua tan violentamente dulce

Si todo es corazón y rienda suelta
y en las caras hay luz de mediodía,
si en una selva de armas juegan niños
y cada calle le ganó la vida,

no estás en Asunción ni en Buenos Aires,
no te has equivocado de aeropuerto,
no se llama Santiago el fin de la etapa,
su nombre es otro que Montevideo.

Viento de libertad fue tu piloto
y brújula de pueblo te dio el norte,
cuántas manos tendidas esperándote,
cuántas mujeres, cuántos niños y hombres

al fin alzando juntos el futuro,
al fin transfigurados en sí mismos,
mientras la larga noche de la infamia
se pierde en el desprecio del olvido.

La viste desde el aire, ésta es Managua
de pie entre ruinas, bella en sus baldíos,
pobre como las armas combatientes,
rica como la sangre de sus hijos.

Ya vez, viajero, está su puerta abierta,
todo el país es una inmensa casa.
No, no te equivocaste de aeropuerto:
entrá nomás, estás en Nicaragua.

Managua, febrero de 1980

No hay comentarios:

Publicar un comentario