lunes, 10 de diciembre de 2012

Indultos y democracia

En democracia, no se puede indultar a unos torturadores. En España, la figura jurídica del indulto ha sido aplicada por el Gobierno a cuatro mossos d'esquadra que habían sido condenados a cuatro años y medio de cárcel por torturar a un hombre detenido por error. Aunque se atenga a la ley y se haya aplicado el principio de legalidad, según nuestro querido "Fachardón", no podemos quedarnos tan tranquilos. Pero en España, lo de la democracia siempre ha sido una debilidad. Y así, el indulto es legal, sí, y se ha llevado a cabo con minuciosidad y escrupulosidad, pero el principio de legalidad sin que se base en la ética, solo puede ser una justificación en Estados totalitarios, nunca en democracia. 

El indulto debe cambiarse, debe fundamentarse y realizarse en vinculación con el juez que sentencia. Y, sobre todo, deben reducirse a circunstancias realmente extraordinarias y humanitarias. Pero el Gobierno del Partido Popular no es primero que peca de indultar, es un tema viejo y todos los gobiernos democráticos han abusado de una ley antigua que nada tiene que ver con el espíritu constitucional. 

En este último caso, ha habido jueces que se han indignado, porque ha constituido la anulación de una sentencia justa que la sociedad requería, ya que, sin ella, el ciudadano está indefenso ante unos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del ESTADO que pueden actuar brutalmente de forma totalmente impune e, incluso, justificada por los poderes públicos.